Esta no es la historia de un negocio, esta es la historia de una pasión.

Ese soy yo en el año 2015, tenía 16 años y me torturaba la idea de saber quién era, cuál era mi propósito en la vida. Ya saben, esas dudas existenciales clásicas de la prepa. Me pasaba horas pensando acerca de qué elementos conformaban mi identidad, mi peinado, mi manera de hablar y pensar, entre otros. A todos esos elementos los entendía y controlaba, pero había uno que no me dejaba tranquilo.
is Special at any Moment
En mi colegio había dos opciones, o vestías con el caballito o no vestías con el caballito, si lo hacías, eras alguien cool; si no, simplemente, no lo eras.
Toda la vida me consideré un tipo raro, mientras todos los niños jugaban futbol, yo buscaba árboles o construcciones para trepar, cuando todos los niños empezaban a hacerle bullying a alguien, siempre era yo el que se iba contra la corriente para exigir respeto.
No quiero decir que me consideraba mejor que los demás, sino que cuando había un deporte, yo encontré otro, cuando había una forma de actuar yo, encontraba otra y cuando había dos formas de vestir, encontré una tercera.

Un día, mi hermana me dijo que la acompañara a una tienda de telas. Toda la vida había estado en esas tiendas, pero esta vez fui con los ojos abiertos, y fue así como encontré la primera tela que me enamoró. Tenía un estampado de flores grandes a blanco y negro, le pregunté a la vendedora si podía hacer una camisa con esa tela, que por cierto era gruesa y tenía una textura que, a mi parecer, era para un vestido. Ella respondió, “Tú puedes hacer una camisa con cualquier tela mientras se vea y se sienta bien”, había tenido mi primera clase de diseño. Me dijo que fuera a un pequeño zaguán en un barrio peligroso de mi ciudad y que allí podrían cofeccionarme una camisa. Cuando llegué, estaban dos prostitutas en la vereda, el trayecto de la calle al pequeño taller era terrorífico. Era un nido de ladrones donde se reunían a vender piezas de celulares robados. Al final, me recibió un anciano de unos 80 años que me dijo que solo quería la tela y que le explicara cómo quería la prenda. Para cuando la terminó, !me encantó! Y no solo fue a mi, a mis amigos les pareció una prenda ESPECIAL, así que empecé a hacer ropa únicamente para mí, ropa de Isi para Isi.
Así me mantuve, hasta que en el año 2017, en una fiesta muy importante en Londres, mientras usaba una de mis camisas, se me acercaron varias personas a preguntarme quién era el diseñador, y en qué parte de la ciudad se podían conseguir. Fue esa noche cuando me convencí de que mi pasion y mi manera de mostrar una personalidad era apta para compartir, entonces transformé mi apodo que venía de Isaac a Isi en una marca registrada llamada “IZZI designs”.

